Llevamos casi 3 meses desde que iniciamos el confinamiento, todos estamos conmocionados por todo lo que esta ocurriendo a causa de esta enfermedad contagiosa llamada Covid-19.
Estamos escuchando continuamente datos estadísticos, de prevención y económicos, incluso de la teoría conspirativa. La realidad es que el mundo esta cambiando a marchas forzadas, e incluso me atrevería a decir que era necesario este cambio, con la salvedad de que aunque necesario la forma en la que tenemos que afrontar este cambio es bastante agresiva, seria mucho mejor haber previsto ciertos patrones de conducta como el exceso de contaminación, ya sea en las grandes ciudades como en nuestros mares y océanos que hace que estemos comiendo microplásticos desde hace tiempo introducidos en el pescado por su ingesta. También la falta de pulcritud en la alimentación, tanto en las granjas como en la agricultura, con gran cantidad de antibióticos en los animales como pesticidas y herbicidas químicos que se tiran constantemente en los cultivos y que no solo afecta a la planta sino a la tierra y las aguas subterráneas.
Con todo este panorama de nuestra sociedad de consumo extremo, era raro que no nos ocurriera una catástrofe ya sea por un virus o por una bacteria, algo tenia que frenarnos ya que por nuestra conciencia era francamente difícil que lo hiciéramos.
Desde luego que a los profesionales y a las autoridades les falta mucha información para conocer de donde procede el virus, si es algo provocado o es algo totalmente natural, el caso es que sea lo que sea estamos inmersos en ello y no nos queda otra que intentar salir de la forma más digna posible.
Nosotros desde la información que podemos recibir y desde el punto de vista de la Medicina Oriental, podemos hacer un diagnóstico parecido sobre el Covid-19 al que haríamos sobre una enfermedad de origen exterior tal como una gripe o una gastroenteritis. La forma en la que este virus entra en el cuerpo es a través de las barreras defensivas externas, tales barreras son las mucosas y a través de ellas se activa nuestro sistema defensivo la linfa. Ocurre que en las personas con su estructura mas flexible y ordenada este virus no puede entrar profundamente y solo lo hace superficialmente y aquí las defensa se encargan de eliminarlo, pero en las personas con su estructura desequilibrada y con sus defensas bajas el virus entra bastante más profundo que la gripe estacional puesto que este virus es en ese sentido mas agresivo. Lo que hace que la estructura este desordenada y las defensas bajas son una serie de factores como las operaciones en exceso, la medicación crónica de algunos medicamentos, tratamientos agresivos como la Quimio o la radio, la rutina de mala alimentación abusiva de alimentos procesados, azucares,etc...la edad es un factor a tener en cuenta porque es lógico que las personas mayores por su edad y dependiendo de las costumbres y rutinas que ejerzan algunos sean mas vulnerables, pero hay que matizar que no son todos puesto que muchos salen ilesos, francamente creo que es porque se alimentaron bien, sin abusar, y hacían dieta equilibrada, posiblemente con algo de ejercicio físico y de los factores negativos descritos anteriormente ellos no los tenían como rutinas.
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